Thinking in bets
Thinking in Bets: Making Smarter Decisions When You Don’t Have All the Facts
Annie Duke, campeona de póquer convertida en consultora de negocios, te enseña a sentirte cómodo con la incertidumbre y a tomar mejores decisiones.
En la XLIX Super Bowl, el entrenador de los Seahawks, Pete Carroll, tomó una de las decisiones más controvertidas de la historia del fútbol americano: A falta de 26 segundos, y con una desventaja de cuatro en la yarda uno de los Patriots, pidió un pase en lugar de un «hand off» a su corredor estrella. El pase fue interceptado y los Seahawks perdieron. Los críticos la calificaron como la jugada más tonta de la historia. Pero, ¿fue tan mala la decisión? ¿O en realidad Carroll hizo una gran jugada que fue arruinada por la mala suerte?
Ni siquiera la mejor decisión da siempre el mejor resultado. Siempre hay un elemento de suerte que no se puede controlar, y siempre hay información que se oculta a la vista. Así que la clave del éxito a largo plazo (y evitar morir de preocupación) es pensar en apuestas: ¿Hasta qué punto estoy seguro? ¿Cuáles son los posibles resultados? ¿Qué decisión tiene más probabilidades de éxito? ¿He caído en el 10% desafortunado de la estrategia que funciona el 90% de las veces? ¿O mi éxito se debe más a la mala suerte que a una gran toma de decisiones?
Annie Duke, ex campeona de las Series Mundiales de Póquer reconvertida en consultora empresarial, se basa en ejemplos de los negocios, el deporte, la política y (por supuesto) el póquer para compartir herramientas que cualquiera puede utilizar para aceptar la incertidumbre y tomar mejores decisiones. Para la mayoría de la gente, es difícil decir «no estoy seguro» en un mundo que valora e, incluso, premia la apariencia de certeza. Pero los jugadores de póquer profesionales se sienten cómodos con el hecho de que las grandes decisiones no siempre conducen a grandes resultados y las malas decisiones no siempre conducen a malos resultados.
Al cambiar tu forma de pensar de una necesidad de certeza a un objetivo de evaluar con precisión lo que sabes y lo que no, serás menos vulnerable a las emociones reactivas, los prejuicios instintivos y los hábitos destructivos en la toma de decisiones. Tendrás más confianza, calma, compasión y éxito a largo plazo.